lunes, 4 de marzo de 2013

Río Gallegos-Ushuaia


Recuerdo el primer recorrido de mi viaje en bici; de Cusco a Puno, una distancia de 400km, cuando platicaba que quería hacerlo en 4 días recibía todo tipo de advertencias. El primer día fue el más difícil, montar la bici con toda su capacidad de carga me asustó, no sabía hasta dónde ni cómo llegaría. Ni siquiera tomaba tan en serio el hecho de llegar a Ushuaia.

Ahora arranco mi último recorrido. Río Gallegos, es la capital de Santa Cruz, la última provincia conectada por tierra de La Argentina, tengo que cruzar el Estrecho de Magallanes para entrar a la Provincia de Tierra del Fuego, el extremo austral de América. A pocos kilómetros de haber comenzado frenó una camioneta frente a mi, bajó un viejo llamado Hugo, me preguntó si conocía a un ciclista brasileño que viaja con dos botes en la parte posterior, "claro que lo conozco" le dije. Me ofreció subir la bici para alcanzarlo, "él pasó por acá hace menos de media hora." dijo. A los pocos minutos lo alcanzamos, era Ney, a él lo conocí a principios de enero en el cuartel de bomberos del Bolsón. Hugo me dejó 300m adelante y me dio una bolsa con una caja de plástico, dijo que era para Ney pero que lo compartiéramos si quería.

Orillé la bici y esperé, cuando Ney me vio se acercó y nos dimos un gran abrazo, le di la caja y le dije que se la mandaba Hugo, cuando la abrió gritó de alegría, (él tenía varias semanas bajando por la Ruta 40, no podía cocinar por falta de leña y exceso de viento), adentro había un pollo delicioso, lo compartimos y seguimos juntos.

Ese día dormimos en la frontera con Chile, al día siguiente cruzamos el Estrecho de Magallanes, pedalear en Tierra de Fuego exige muchísima resistencia física y mental, el viento es implacable, hace que sólo pienses en querer terminar. Después de 5 días llegamos a Río Grande, dormimos en la playa del Club Náutico, seguimos a Tolhuin, el último pueblo antes de Ushuaia, aquí hay una casa de ciclista dentro de una panadería, pero no lo sabíamos, así que nos quedamos con los Bomberos, como siempre, nos recibieron como en casa, cuando les das las gracias te contestan: "mi trabajo es ayudar".

El 22 de febrero comenzamos el último día de pedaleo con dirección sur, la que he seguido los últimos 5 meses. Pinché 4 veces, perdí como 2 horas, Ney siguió. Crucé el paso Garibaldi, el último de la Cordillera que se puede hacer en bici, llegué a Ushuaia a las 7 de la tarde, fui directo a un restaurante, pedí una pizza familiar, dos empanadas y una Quilmes de litro. Después me alojé 2 noches en un hostel para dormir nuevamente en una cama, ahora me encuentro en un camping al pie del Glaciar Martial, disfrutando de esta ciudad, asimilando mi recorrido y recordando lo difícil que fue el primer día.







1 comentario:

  1. Qué chingonería de experiencia. Y qué cabrón que lo hayas logrado. Un abrazo mi Gus.

    Diego G. (el de la banda de Rulo y Cué)

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