viernes, 30 de noviembre de 2012

Sañogasta-Mendoza


Es un camino muy interesante, hay varios cañones, como La Cuesta de Miranda, los colores de la tierra y las montañas cambian constantemente. En el segundo día de este tramo, en Villa Unión nos cruzamos con Jim, un ciclista de Estados Unidos que viene rodando desde Brasil, ahora somos 3, es muy divertido ir bromeando y charlando, los días son menos pesados que cuando pedaleas solo.

Al cuarto día llegamos a Albardón, nos quedamos un par de noches en una granja con alberca y muchas comodidades más. También estuvieron los de la UAC, un grupo de activistas que hacen una reunión anual para frenar la explotación de la tierra en todo el país. 

Antes de Mendoza hay como 40km de puro desierto, el último día en la ruta no encontramos ni una sombra para poner las tiendas, tuvimos que avanzar un par de horas más de lo normal para llegar a unos sauces, abajo había una tiendita dentro de una granja, compramos 4 litros de cerveza, la familia de la casa se portó súper amable, nos dejaron acampar en su terreno, nos prestaron la cocina, el baño y todo lo que necesitamos.

Al otro día llegamos a Mendoza, es una ciudad muy bonita y tranquila, hay mujeres guapísimas y el mejor vino de Argentina. Ahora estamos en un hostal para descansar unos días.








jueves, 29 de noviembre de 2012

Cafayate-Sañogasta


Salimos en lunes, la ruta 40 tiene muchos kilómetros de terracería y el viento casi siempre sopla en contra, cargamos varios litros de líquido y planeamos muy bien la alimentación, hay trayectos de varias horas sin fuentes de agua y comida. Al final del día nos metemos unos metros al desierto, buscamos una buena sombra y acampamos.

En los pueblos del norte argentino siempre hay conjuntos de álamos muy altos, esta característica ayuda mucho para saber dónde hay gente y víveres. Se puede tomar agua de la llave en casi todas partes. Hay mucho terreno virgen, halcones, búhos, serpientes, loros y roedores.

Después de 6 días de pedaleo llegamos a Chilecito, una ciudad importante en La Rioja, descansamos en el centro y subimos a un camping que era caro e inaccesible, así que decidimos avanzar varios kilómetros más hasta Sañogasta, un pequeño pueblo con un parque público que prácticamente está en la orilla del bosque, tiene río, asadores, buena leña y muchas espinas. Descansamos ahí dos noches para continuar hacia Mendoza.







miércoles, 28 de noviembre de 2012

Salta-Cafayate

Teniendo la bici entera, la dejé en el taller el miércoles para que le hicieran servicio completo, el jueves en la mañana salí rumbo al sur, hice un par de días para llegar a Cafayate, rodar por el norte de Argentina es muy agradable, el clima es cálido y la gente también.

El sábado en la tarde me instalé en un camping muy cerca del pueblo, en el kilómetro 4341 de la ruta 40. Había más viajeros que tienen el mismo camino hasta Ushuaia; una familia francesa con 3 niños, una pareja de ciclistas del mismo país y otro ciclista suizo, cenamos juntos un clásico asado con vino, Urs (el suizo) viene desde Alaska, tiene casi 2 años viajando, nos quedamos platicando un buen rato y decidimos seguir juntos hacia el sur.










martes, 27 de noviembre de 2012

Salta


Llegué en viernes por la noche, en Autobús, (un día antes crucé la frontera de Villazón a La Quiaca). Armando la bici en la terminal se me acercó Beto, un promotor del Alquimia Hostel, en donde estuve alojado una semana. El sábado, lo primero que hice fue salir a buscar los rayos de mi bici, recorrí más de 6 tiendas, en ninguna los tenían y tampoco se podía pedir flete por el tema de las importaciones en Argentina. Me quedaba una tienda por ver, estuvo cerrada hasta el martes, el dueño es “El Palito Macías” un campeón de MTB. Así que no me quedó más que disfrutar de la ciudad y esperar.
Por fin llegó el martes, en la tienda trabaja un mecánico que adaptó unos rayos más largos poniéndoles un tope con una tuerquita, además de cambiar los que tenía rotos me dieron 3 extras con la adaptación. Sentí un alivio enorme, tenía dos semanas sin encontrar solución.
Esta semana en Salta fue muy cómoda y divertida, (en el hostel se juntó muy buena banda), es una ciudad muy tranquila y segura, también tiene paseos por zonas boscosas muy buenos.
Ahora de regreso a rodar hacia el sur por la famosa ruta 40 de Argentina.













Uyuni


Es el punto de partida para ir a los salares, lagunas y desiertos que hay hacia el sur, hasta la frontera con Chile. Llegué de noche y a la mañana siguiente comencé a comparar precios para tomar un tour de 3 días. Estaban entre 1000 y 700 bolivianos. Tuve suerte; en la agencia Cristal me ofrecieron un descuento muy bueno, por ayudarle a un guía a traducir para un grupo de gente de Canadá, Australia e Inglaterra.
El recorrido comienza en el cementerio de trenes, hay varias máquinas de vapor que llegaron a principios del siglo XX de USA e Inglaterra abandonadas. La fusión de los fierros con el desierto hacen que este lugar sea único.
Después entramos al Salar Uyuni, el desierto de sal más grande del mundo, tiene 12,000 km2. En la superficie se forman figuras hexagonales debido al oxígeno que libera el agua del fondo. Es como si te metieran a una toma microscópica y caminaras sobre una gota de agua.
Pasamos por el museo de sal, afuera tienen una estructura con varias astas donde penden banderas de todo el mundo, si saben de algún mexicano que venga por acá díganle que traiga una. Seguimos a la Isla Incahuasi, está justo al centro del desierto, el paisaje desde la cima es muy lindo, está lleno de cactus enormes, reptiles y pequeñas aves.
Dormimos en un hotel de “sal”, en Colcha. Al otro día pasamos por el Salar de Chiguana, mucho más pequeño. Después al Mirador Ollague y a las lagunas; Cañapa, Hedionda, Chiar Khota y Ramaditas. Hay 3 tipos de flamencos distribuidos por todas ellas.
Llegamos al Árbol de Piedra, tiene 5 metros de alto, es un verdadero monumento natural, labrado por la erosión de miles de años. Luego a Laguna Colorada, se ve impresionante, el tono rojizo es creado por las algas de este color que hay en el fondo. Dormimos a un costado, entre la laguna y el desierto. Ahí sí que hace frío.
Nos despertaron a las 5am para ir a Sol de Mañana, es un área volcánica activa, con fumarolas y géisers, la luz a esa hora ilumina el vapor increíble. Seguimos a Laguna Polkes, hay aguas termales, a pocos metros en la orilla, el agua congelada.
Bajamos más al sur, pasando por el Desierto de Dalí, según el guía, Salvador vino a tomar el tour jejeje, pero creo que la verdad le llaman así por los escenarios surrealistas que hay en la zona. Continuamos hasta la frontera con Chile en donde se quedó el resto del grupo, yo regresé a Uyuni con Carlos, nuestro guía.














Cementerio de Trenes

5 de noviembre, 2012




3 de noviembre, 2012
Es una ciudad ubicada al sur de Bolivia, construida a pies de la quimérica montaña Sumaj Orcko, la mina de plata más grande del mundo. Es más alta que La Paz, está sobre los 3900 msnm. Tiene muchas similitudes con San Luis Potosí, de hecho cuando decía mi nacionalidad la gente de este lugar se mostraba muy interesada por el Potosí mexicano, no sólo saben de su existencia; conocen la historia minera y las semejanzas que por ello hay entre las dos ciudades (sumando el nombre). Es la población más bonita que he visto en Bolivia.
Llegando, me topé en la puerta del hostal con una pareja de ciclistas franceses que estaban haciendo exactamente la misma ruta que yo, comenzaron en Cusco y se dirigían hacia el sur. También tenían rines aerodinámicos y tuvieron que pedir traer unos de Lima antes de pasar la frontera. Yo no puede hacer lo mismo, ya que en Bolivia no existen, en el último servicio le adaptaron unos rayos convencionales que se zafaron unos kilómetros antes de Potosí. Lo peor de todo es que son de la rueda trasera que lleva mucho más peso y tampoco he conseguido la llave para intercambiarlos con la delantera.
Ahora estoy avanzando hacia Argentina en autobús, espero llegar a Salta y conseguir ahí lo necesario para continuar pedaleando.


La Paz-Oruro


27 de octubre, 2012
24 oct. Para salir de La Paz, hay que subir a El Alto, tardé casi dos horas en llegar hasta arriba. Después tomé la carretera hacia Oruro, “gracias a Evo” se está construyendo una autopista que conecta a las 2 ciudades, así que tuve la suerte de inaugurar largos tramos que ya están asfaltados pero aún no son abiertos, esto me alejó varias horas del ruido y el humo de los camiones.
Avancé hasta Tapacamaya, es un pueblo a donde llegan autos que los gringos desechan, ahí los arreglan y los venden. Conocí a Osvaldo, él iba por un Mitsubishi, compartimos habitación porque todo estaba lleno. Fuimos a jugar billar y platicamos un buen rato.
25 oct. Seguí inaugurando la nueva carretera de Evo, me tocó lluvia en un tramo, no estuvo mal, ya que hacía mucho calor y después de la mojada salió el sol. Antes de llegar a Oruro un camión me obligó a saltar de la carretera a un tramo de terracería, se zafaron dos rayos del ring trasero. Llegué a Oruro a las 5:30, me quedé en un hostal que cobraba por usar la regadera pero le di a la dueña un convincente discurso para ducharme sin pagar extra.
Salí a buscar un taller, le dejé el ring a un señor que me lo va a arreglar por 25 bolivianos.


La Paz


Es una ciudad construida en un acantilado, para bajar de El Alto es un descenso de 30 min (en bici). No pude conocer la ciudad como tenía planeado, se tronó el cargador de las baterías de mi cámara y ocupé el día destinado al paseo para conseguir uno nuevo.
Hacia el este se ve el imponente Illimani, la cumbre pasa los 6400 msnm, contratar un guía para una persona es carísimo, así que me quedé con las ganas.
Aunque la capital política de Bolivia es Sucre, La Paz funge como tal para fines prácticos, hay una gran concentración de quechuas, aimaras y gente de otras partes. De lo poco que vi, lo que más me gustó fue la Plaza Murillo, les dejo unas imágenes.